#4 La comida de la abuela: Errores que cometemos por amor - Teresa Landa

[00:00:02] Speaker A: Hoy estoy con probablemente la persona, estoy segura que es una de las personas que más me ama en esta vida y también que más ama a mi hija Fernanda. Pero al mismo tiempo ha sido probablemente una de las personas con quien más he tenido conflicto en este proceso. Así que no se vayan, hoy vamos a hablar de muchos temas interesantes. Hola, soy Carolina y tengo una hija con autismo. A través de este podcast, quiero contarte mi experiencia. Estoy consciente que son personas diferentes. Aprendamos a apoyarlos. Solamente nosotros podemos cambiar sus vidas. Vamos a crear conciencia, un podcast a la vez. Quiero invitarte a que escuches todos los programas que producimos en Medios Modernos. Tenemos cuatro, Fundamentos, Ley Abierta, Status Quo y Conciencia. Todos estos los puedes encontrar en Spotify, Google Podcasts, Stitcher, etc. En nuestra red ya sumamos más de 100 episodios en los que tocamos todo tipo de temas y con invitados de primer nivel. Nuestra red de podcast es la primer red de podcast de Honduras. Para contactarnos nos puedes escribir a info arroba medios modernos punto i o. Hola, estamos aquí, como les había mencionado antes, con la persona que probablemente me ama más en este mundo. Ojalá mi padre no se vaya a poner celoso. Es mi madre. Aquí tengo a mi mamá conmigo, a Doña Teresa de Jesús. Ya hemos hablado en episodios anteriores de muchos temas sensibles y en esta ocasión, pues, Les traje a mi mamá porque he visto mucho en el centro que tenemos un problema, es como un denominador común que nos sucede a todas las familias que tenemos a una personita con autismo en nuestra familia. Entonces decidí traerla a ella para poder hablar del tema de la dieta y al mismo tiempo sé, porque yo sé que lo más fácil es decirles, bueno, esta es la dieta, este es el desayuno, este es el almuerzo, esta es la cena, y decirles qué pueden comer y qué no pueden comer. Pero no me van a dejar mentir que en verdad lo más difícil es cumplir la dieta. Lo más fácil es que yo les diga qué comer o qué no comer, en el caso de los niños con autismo. pero lo difícil es hacerlo. Yo sé que hay muchos factores involucrados, muchos, pero sé también por el Centro CREER, donde atendemos muchos niños con autismo, que muchos, en esos factores que les acabo de mencionar, muchas veces la abuela está en uno de esos factores que es difícil de modificar para poder cumplir esa dieta. Y como les dije al principio, es probablemente, creo que la segunda o tercera persona que más quiere a mi Fernanda. Sin embargo, pues hoy estoy aquí para preguntarle. ¿Qué ha sido lo más difícil? ¿Qué ha sido lo más difícil para él? Para empezar, ¿qué sintió? Miren, hoy vamos a llorar un montón. Vamos a llorar un montón. Empecemos por ahí. No sé si decirle mami o decirle doña Teresa. [00:03:13] Speaker B: Soy tu mamá siempre. [00:03:15] Speaker A: Ok, entonces. ¿Qué pasó? ¿Qué sintió usted? ¿Qué pensó usted cuando le dijeron? Bueno, cuando le dije, mejor dicho. Yo creo que Fernanda tiene autismo. ¿Qué pasó por su cabeza? ¿Sabía usted que era autismo? No. [00:03:32] Speaker B: No, yo no sabía que era autismo hasta que nos la mostraste, que. [00:03:40] Speaker A: Cómo. [00:03:40] Speaker B: Era el comportamiento de ella, que ponía todo en orden, aún en el piso. [00:03:47] Speaker A: Aún. [00:03:50] Speaker B: Sobre otra base, que era un caballito, me acuerdo que tenía, y todo lo alineaba. Entonces yo Bueno, hasta ahí no más, pero no, no, no me enteré en ese momento de qué iba a representar ese tema del autismo. [00:04:13] Speaker A: Me creyó, me creyó cuando usted, la verdad, usted realmente creyó Fernanda tiene autismo. Sí, claro. O yo creo que Carol está viendo cosas que no son. O sí, lo creyó desde un principio. [00:04:25] Speaker B: Sí, porque notiste pautas bien claras pues que estaban ocurriendo con la niña, situaciones que ella estaba haciendo y que como médico pues yo entiendo que vos te habías informado y que sabías de eso, ¿no? [00:04:41] Speaker A: Claro, claro. Eso que acaba de decir mi mamá es bien importante porque Hay muchos familiares que no creen. Justo en uno de mis lugares de trabajo, hay una de las secretarias de la recepción que su hija tiene autismo. Y su hija tiene ya 13 años. Y en 13 años todavía le siguen diciendo que la niña no tiene autismo, que ella está bien, que son cosas de ella, y realmente sí tiene autismo. No sé si en algún momento le había comentado yo eso. Entonces, también yo le hago esta pregunta a mi mamá porque es algo real. No sé si alguien se va a sentir identificado, pero realmente hay muchas familias que no creen que los niños con autismo tengan autismo, sobre todo, tal vez, De pronto con Fernanda fue un poco más fácil, pues porque ya les he contado en episodios anteriores que Fernanda es un nivel 3, entonces como que es más, es más florido, es más evidente, sin mencionar que ella tiene otros síndromes, pero en niños con autismo que son, que tienen un nivel de apoyo 1, que se podría, ya hemos hablado de eso también, que no es tan evidente, es más difícil para las familias aceptar que realmente el niño tiene una condición. Y aceptarlo es muy importante, porque en la medida que uno acepta que tiene una condición, en primer lugar, pues los, también los recibimos tal cual como ellos son. Educamos a la sociedad y, pues, aparte, trabajamos para, precisamente, hacer ese apoyo para ellos. ¿Ok? Entonces, Y bueno, tiene razón, para mi mamá también fue tal vez de pronto un poco más fácil, porque yo soy médico. Entonces, como ella ahorita muy bien dijo, pues nosotros te creímos porque sos médico, ¿verdad? Pero hay muchas otras personas que no son médicos y que llegan diciendo, no, la niña tiene algo, la niña tiene autismo, y no les creen. Entonces, eso es bien importante lo que usted acaba de decir. Y luego entonces empezamos con mi mamá. Mi mamá me acompañó a Estados Unidos. Ya les he contado mi travesía con Fernanda. Y pues yo la llevé a un hospital en New Orleans, que es un hospital neurológico para niños exclusivamente con este tipo de condiciones. Entonces, ella me acompañó y recuerdo que ya en Honduras nos habían hablado de la dieta. Ya en Honduras un médico me había dicho únicamente que restringiera a Fernanda del gluten. ¿Sabía usted qué era el gluten? [00:07:12] Speaker B: No, no, tampoco. [00:07:14] Speaker A: ¿Y hoy sabe qué es el gluten? [00:07:16] Speaker B: Más o menos, sé que es un condimento, no sé si se le puede llamar así, pero es un agregado a los alimentos que no sólo en los niños, sino creo que también en adultos, pues no es saludable, ¿verdad? No puedo decir que es bueno porque no sé, pero según te lo he aprendido, pues no es saludable. Y en el caso de Fernanda, pues mucho más. [00:07:43] Speaker A: El gluten, para que lo comprendamos todos más fácilmente, porque no quiero dar una clase de eso, no es la intención de este podcast. El gluten es el trigo, ustedes. El gluten es el trigo. Entonces, todo lo que lleve trigo, tiene gluten. Entonces, ¿qué lleva trigo? Las harinas, las pastas, todo, el pan, la soja, la soja tiene mucho gluten, la avena incluso tiene gluten. Hay algunas, hay algunos alimentos que no tienen gluten, como por ejemplo el arroz. Y hay gente que me dice, pero ¿por qué no le das arroz si el arroz no tiene gluten? El problema es que también el gluten es procesado en las mismas plantas donde de pronto procesan arroz, avena y estos otros alimentos. Entonces, es por esa razón que también se pueden los alimentos, como el arroz, contaminar de gluten. Entonces, por eso también venden arroz sin gluten, a pesar de que el arroz por sí solo no tiene gluten, ¿ok? Entonces, para que entendamos eso, es por eso que Fernanda no come pan, o sí come pan, pero come un pan hecho a base de harina de almendra, que la almendra, pues, no tiene gluten. Pero bueno, vamos a seguir hablando de eso más adelante. Entonces me voy yo con Fernanda para este hospital en Estados Unidos. Ya me habían dicho que Fernanda no podía comer gluten, nada más, y me la habían también recomendado omega, omega-3, ¿se acuerdan? No fuimos para Estados Unidos y en Estados Unidos entonces la doctora me dice no puede comer lácteos, no puede comer gluten, no puede comer azúcares y creo que ya. Creo que eso fue todo. Nada más. Creo que eso fue lo que me dijeron que ella no podía comer. Sin embargo, yo hoy les puedo decir lo que es el gluten, pero sinceramente en aquel momento tenía mi idea de lo que era el gluten, pero no estaba 100% segura. Tenía claro de que el pan tenía gluten, pero no estaba yo tampoco segura de cuál era el componente en sí que hacía que este alimento tuviera gluten. Hoy por hoy sé que es el trigo, ¿ok? Entonces, a diferencia de lo que me pasó en Honduras, esta doctora, la doctora Felco, nunca se me va a olvidar, en Estados Unidos, me dice, aquí le voy a entregar todo este material Y aquí lo tengo conmigo en el estudio, lo traje hoy. Y todo este material me lo entregaron, me lo entregaron en este hospital porque la doctora me dijo, se lo va a leer para que comprenda por qué su hija no puede comer estos alimentos. Entonces básicamente hoy yo aquí estoy compartiendo esta información con ustedes. y les estoy ahorrando el viaje, la consulta y todo lo demás. Porque sí hay una ciencia detrás del por qué los niños con autismo no pueden comer algunos alimentos. Claro está que no todos los niños con autismo tienen esta limitación. ¿Por qué? Porque el problema es que estos alimentos tienen una repercusión intestinal y esta repercusión es inflamatoria, eso es, causan inflamación del intestino y el 80% de los niños con autismo padecen de enfermedad inflamatoria intestinal, ¿ok? Entonces, ¿qué pasa? El gluten, los lácteos, el gluten y los lácteos, los azúcares no, vamos a hablar de eso después, el gluten y los lácteos causan entonces que se inflame el intestino y entonces causa molestia en ellos, causa dolor. Usted perfectamente sabe, ¿verdad, mami?, que alimento, por ejemplo, le hace daño. ¿Qué alimento le hace daño? [00:11:38] Speaker B: Bueno, tratamos de no darle azúcar. [00:11:40] Speaker A: No, usted. A usted. A usted, por ejemplo, ¿qué alimento le hace daño? Díelo. [00:11:47] Speaker B: Bueno, yo tengo buen estómago. [00:11:49] Speaker A: No, hay alimentos que a usted le hacen daño. Por ejemplo, alcohol o... Que yo sé que usted... Yo me lo sé, Fis. Pero, por ejemplo, a usted, yo sé perfectamente que a usted los frijoles no le caen bien al colon. [00:12:05] Speaker B: El frijol frito no es molestia para mí. El frijol fresco. Ese sí. Por eso, aun cuando me gusta, me encanta la sopa de frijoles, porque me encanta, trato de que no lleve mucho frijol. [00:12:21] Speaker A: Exacto. Porque el caldo no le hace daño, pero el frijol en sí, sí. Entonces, así como... ¿Y qué le causa? ¿Qué le causa? ¿Le causa dolor? Estreñimiento. [00:12:32] Speaker B: Más que todo estreñimiento. [00:12:33] Speaker A: ¿Y le causa cólicos? [00:12:35] Speaker B: Un poco, como lo como poco entonces, pero sí, así me incomoda. [00:12:38] Speaker A: Correcto, lo come poco porque le, exactamente, porque le incomoda. Y cuando andamos incómodos, si usted anda dolor, si usted anda cólico, usted no anda bien. Tal vez anda de mal humor o tal vez anda triste, tal vez anda irritable. Por supuesto que nosotros nos podemos regular y podemos, como decimos popularmente, le podemos hacer gancho a una situación y Bueno, ando este dolorcito pero vamos, vamos al mall. Ando este dolorcito pero vamos, vamos a hacer alguna otra actividad. Pero los niños con autismo andan con esta incomodidad que recordemos que el autismo es un problema en el procesamiento sensorial. ¿Y a qué nos referimos cuando hablamos de un problema en el procesamiento sensorial? Que no pueden procesar lo que sienten. Lo que sienten ya sea lo que venga de su alrededor, del ambiente, o lo que viene del mismo cuerpo. Entonces, al sentir ellos dolor, no saben cómo procesar eso. Y a lo mejor es un dolor leve. Como estamos hablando ahorita, una incomodidad, un cólico, un dolorcito. Pero no pasa de eso, no se va a tirar al piso, a tirar patadas, ¿verdad? Porque usted sabe controlarlo, usted sabe, bueno, es un dolor. Los niños con autismo no saben cómo procesar esta información, este sentir que viene de su propio cuerpo. Usted dice, bueno, es que a mí me da estreñimiento. Entonces, el niño con autismo también lo experimenta, el estreñimiento. Pero no sabe qué hacer ante esta sensación, ¿ok? Hace poco le estaba diciendo a unos padres de familia que cuando un niño nace y tiene sueño, como nunca ha sentido eso, entonces llora. ¿Y qué hacemos nosotros? Como ya sabemos que el niño cuando está recién nacido llora, ya sea porque tiene sueño o porque tiene hambre, entonces ya sea que le damos de comer o lo arrullamos y esto se quita. Entonces, de esa manera, el cerebro va aprendiendo. Ah, entonces esta sensación es sueño. Entonces esta es la respuesta que da el cerebro. Bueno, durmámonos. ¿Ok? Ah, entonces esta sensación es hambre. Bueno, entonces busquemos comida. Y así es como el cerebro va evolucionando. En la medida que va reconociendo estas sensaciones y le va dando un significado, entonces nosotros vamos madurando. ¿Ok? En los niños con autismo no sucede esto. Hay algo ahí que, eso sí, pues yo no sé qué pasó, pero que no saben qué hacer con estas sensaciones, que vengan ya sea del exterior o que vengan de su propio cuerpo. Entonces, por esa razón, es que la dieta es importante en ellos. Claro está que, como les dije antes, el 80% de los niños con autismo padece de enfermedad inflamatoria intestinal. Eso quiere decir que un 20% que no. Hay un 20% que esto no le pasa. Por lo tanto, no todos, de pronto yo sé que hay muchos de los que me están escuchando y de pronto van a decir, pero yo no tengo ninguna dieta con mi hijo y mi hijo está bien. Yo no tengo ningún problema y no tengo problemas. Perfecto. Gracias a Dios. Gracias a Dios que esto está pasando con usted. Pero hay otros niños, en el 80%, que sí les pasa, ¿ok? Y que dicho sea de paso, como dijo mi mamá también, es bueno. O sea, no comer pan, no se está perdiendo de nada. No se está perdiendo de absolutamente nada. Entonces, ¿Y qué pasó con usted al principio, mami? ¿Qué pasó con usted al principio cuando había que darle esta dieta a Fer y entonces empezamos a restringirla de pan, de galletas, de... a ver, ¿qué más es lo que diariamente...? De lácteos, de mantequilla, queso, quesillo, ¿qué más? baleadas, todo eso se lo dejamos de dar a Fernanda, pastas, espaguetis, lasaña, todo eso se acabó para Fernanda. Y no solamente el gluten, verdad, sino que fue también los azúcares, que ya vamos a hablar de los azúcares. Y que casi todo tiene azúcar. Los jugos. Creo que ahí sufrió usted también. Porque sabemos, tenemos el conocimiento de que los jugos naturales son buenos. Pero con Fernando no podíamos tomarlos tampoco. Pero, ¿qué hacía usted? ¿Qué pasaba con usted? [00:16:54] Speaker B: Bueno, creo que voy a hablar un poquito más de la cuenta. Bueno, el tema de madre, abuela. Es duro, ¿verdad? Es duro ver... Sufrir a una hija, sin decir nada, porque tiene bastante fuerza. Pero también me dolía ver a mi Fernanda, que a sus dos años ya no tomaba leche. Recuerdo que tiernita le diste solo leche de materna, solo de pecho. Entonces yo me preguntaba, ¿qué pasó si la cuidamos tanto? Yo soy una persona muy católica, muy confiada en Dios. Pero Dios tiene sus propósitos. No sé en realidad cuál es el de Él. Y sé que son la persona para eso. Si hubiera sido yo, quizás no hubiera podido. Eso fue lo que más me entristeció, que Fernanda no pudiera tomar leche. Decía yo, ¿cómo puede ser? Si todos los bebés toman leche. Ella era una bebé. Para mí, dos años, era una bebé. Y los niños, empecé a recordar de ustedes. Ustedes tomaron leche hasta los siete años. Llegaban a la casa y ya no era Biberón porque ya estaban en el kinder o en la escuela. Pero tomaban su vasito de leche, pues. Existían los vasitos con su... para poder, especiales para poder tomar leche. Fernanda ligerito o desde el año, año y medio dejó de tomar leche. Eso fue lo que en primer lugar a mí me dolió, incluso hace poco pues yo te hice el comentario. Ahora conociendo un poco más de la dieta que ella toma y que la avena que le das es una avena especial, entonces yo te dije que si le podía hacer avena con leche de almendra calientita. Porque siempre he tenido en mi cabeza que mi niña no tomó, no se alimentó con nada caliente como lo hicieron los niños. Neurotípicos. Los demás niños. Entonces, esa fue una situación bien difícil para mí. No sé si fue en algún momento que no lo aceptaba. ¿Cómo puede Karol no darle, creo que me lo pregunté, no darle leche a Fer? Le ha de hacer falta. Esa era mi pregunta, ¿verdad? Respetaba también y quería entrar en el proceso que ella debía tener por su salud, ¿verdad? Por su buena salud, como bien decís, pues Fer, que también lo he tenido que ir aprendiendo poco a poco. [00:20:15] Speaker A: En. [00:20:16] Speaker B: Sus etapas que ha tenido del autismo. Sé que tiene que ser así, sé que tiene que ser así, me cuesta, vos sabés que escondidita yo le doy rosquillitas, porque te he consultado que si rosquillitas puede, entonces yo creo que eso es más… libre conmigo que para ella, para acaso de decir, mi mamá no hace caso. Pero entonces le damos un poquito de rosquillitas, busco rosquillitas que sean naturales, no. [00:20:49] Speaker A: Que sean... Claro, las rosquillitas son de maíz, no son de trigo. [00:20:53] Speaker B: Que traten de llevar el menos proceso. [00:20:55] Speaker A: Posible y que no tengan... Sí, lo más artesanal posible. [00:21:00] Speaker B: Exacto, sí. [00:21:01] Speaker A: Sí, el problema de la leche es que es comprensible. Ese es un problema Claro, como los bebés nacen y lo que le damos es leche materna, como usted dice, entonces claro, relacionamos la leche con el crecimiento, ¿verdad? Y por supuesto que la leche materna no solamente tiene calcio, porque ahí es donde, esa es la relación que existe, que como están en una etapa de crecimiento, entonces le voy a dar leche porque tiene calcio y para los huesos, porque así es como lo hacen todos, todos los relacionamos la leche con el calcio, y el calcio con los huesos, y el hueso tiene que crecer. Pero hay otras fuentes de calcio, hay otras, tal vez eso me faltó a mí, tal vez eso me faltó a mí también, de no explicar y no decir, bueno, le vamos a quitar esto, pero le estamos dando lo que nos da la leche a través de esto. La leche de almendra tiene calcio también. La almendra tiene calcio, ¿ok? Y hay otros alimentos que tienen hasta más fuente de calcio también. Y añadido a otras nutrientes, minerales y proteínas. Entonces Fernanda toma leche de almendras, tomó leche de arroz. Bueno, toma también. Pasa que es un poquito más cara. Leche de coco también. El coco es algo fenomenal. Entonces, de pronto, si es cierto lo que dice usted, y yo creo que le pasa a todas las abuelas, que piensan, Puchica, estamos restringiendo la de esto. Y entonces, pero lo necesita, pero se lo estamos dando, solo que se lo estamos dando en otro alimento. Por ejemplo, Fernanda, usted sabe que come mucho yogurt. Yogurt de almendras, por supuesto, ¿verdad? Y ahí, aparte de calcio, también está comiendo prebióticos, etcétera. Entonces, sí se le está dando, en este caso, este suplemento que, pues, a usted le preocupaba y que estoy segura que es lo que sucede con la mayoría de las abuelas. Y no son las abuelas. Lo que pasa es que me traje a mi mamá hoy porque realmente es real. Como dice ella, escondidita, ahorita la edad tal vez escondidita es rosquillas, pero las rosquillas no me preocupan tanto porque son de maíz y ella maíz puede comer, no hay ningún problema. Pero antes mi mamá escondidita le daba mantequilla. Porque a Fernanda le dábamos plátano, pero escondidita ella venía y le daba el platanito con mantequilla. Porque también tenemos ese pensamiento de el sabor. Vamos al sabor. ¿De qué queso le come el plátano seco? ¿Verdad? Que así pensaba. ¿Qué otros alimentos le echaba? Sí, creo que con la salsa de tomate también hubo un impasse ahí. [00:23:41] Speaker B: Sí. Bueno, Nana le gusta comer papas fritas, pero tampoco es como que le dan todo lo que ella quiere. Es como un premio lo que se da con papas fritas de Nana. Entonces, cuando me la dejaban a mí y que yo era la que le daba las papas fritas, entonces yo les ponía un poquito de salsa. Pero después me ponía a reflexionar que si en la noche iba a estar con dolorcito, entonces decía yo, no, la voy a molestar. [00:24:12] Speaker A: Y usted lo comprobó, ¿verdad? Usted comprobó que cuando se le daba el alimento, le ocasionaba. O sea, no es que era una cuestión de hiperactividad como mucha gente piensa, porque la gente lo relaciona con, pero mi hijo no es hiperactivo, fíjese. Es que ese no es el problema. Porque de pronto me dicen, mi hijo no es hiperactivo, él se está tranquilo. Ah, pero después me cuentan que hace berrinche y no saben por qué. Fíjense que de repente estábamos ahí en la casa y empezó a hacer berrinche. Se tiró al piso y descontrolado se empezó a pegar en la cabeza, se empezó a pegar en la pancita, se pegaba contra objetos. Los problemas disruptivos o de conductas disruptivas también son el resultado de lo que sienten por dentro. Por eso se pegan. Por eso se pegan. Y a veces se pegan en sitios específicos que nos están diciendo que ahí está el problema. Si es en la cabeza, si es en el pecho. Hace poco también tuve otro niño, que si ella me está escuchando va a saber que estoy hablando de esta familia, de un niño que hasta un casco le han comprado porque ya no saben qué hacer porque se golpea demasiado la cabeza. Y entonces, ¿qué pasó? Un día tenía mucho moquito, entonces lo llevaron al otorrino. Y el otorrino le dio dexametasona. Es un esteroide, pero es un antiinflamatorio o desinflamatorio súper fuerte. Y entonces el niño pasó, según me cuenta la mamá, toda una semana sin golpearse la cabeza. La mamá estaba feliz. Toda esa semana tomó el medicamento, la siguiente semana ya no lo tomó y volvió nuevamente a la conducta. Tanto así que le han comprado un casco para que cuando él se golpea, no se golpee la cabeza, ¿verdad?, pero se golpea las manos. Entonces tiene heridas sus manos. Entonces, le digo yo, ¿y usted hoy una vez ha llevado al niño al otorrino a ver si tiene algún problema nasal o en la mucofaringe? Sí me dice la mamá, y tiene un problema. Me dijeron que tiene los cornetes demasiado grandes y que casi no puede respirar. y hay que operarlo, pero tienen miedo de operarlo, porque no saben cómo van a controlar después el dolor. Entonces ahí estamos, planificando a ver de qué manera se le puede apoyar para poderlo operar. Pero el niño daba señales de que no sabía cómo controlar eso. Imagínense, no puede respirar o tener la nariz tapada. Uno viene y busca unas gotas o de pronto andamos así y no nos molesta tanto, pero es lo que estábamos hablando. Cuando existe demasiada molestia, ellos no saben cómo manifestarlo, no puedo respirar, tengo la nariz tapada, entonces el niño se pegaba, se pegaba en la cabeza. Entonces lo mismo pasa, entonces usted vio en Fernanda como cuando le daba las papitas con salsita de tomate, en la noche ella estaba con, tal vez no tanto la hiperactividad, aunque Fer sí es hiperactiva, pero también habían estas conductas disruptivas, ¿cierto? Sí, así es. [00:27:10] Speaker B: Haciendo un paréntesis ahí del alimento, sí, con los niños con autismo es complicado. Una vez, hace creo que como un año, año y medio, Fernanda con la muchacha que le da terapia por la mañana la sacaba al parque. Con Melly. Con Melly, perdón Melly, con Melly, y llegó, y llegó Pero bueno, bien... –Alterada. –Sí, alterada, sí, alterada. Pero ¿y qué es y qué es? No sé. Doña Tere me dice desde que venía, ya venía mal. Cuando ella me dice que no sabe qué era desde que venía, no sé por qué parte de lo que somos las abuelas... –¿Intuyó? [00:28:00] Speaker A: –Sí. [00:28:01] Speaker B: De que podía ser algo que la había picado. Entonces me puse a revisarla y sí, traía una picadita. O sea, esto es como una información para las abuelas de cómo es el grado de ellos que no pueden decirlo. que no pueden comunicarnos lo que están sintiendo. Cuando yo miré en Fernanda, era una bolsera pequeña, era una picada de zancudo, el parque es grande y fue en época como de invierno, de lluvia, entonces el zancudito anda por ahí. Y ya le encontré yo la picadita, Meli le dio, pueda que sea esto, quizás Meli se acuerda. Y empezamos a rascarla, entonces cuando empezamos a rascarla, la niña también se rascó y entonces ya bajó ella lo alteradita que estaba o sea es difícil ellos no pueden comunicarse hablando bien o mal de las abuelas hay veces que cuando la llevamos al baño y que no quiere ella tal vez estar sentadita tanto tiempo eso es otro conflicto para mí pero es parte de la enseñanza que ha tenido que hacerse con ella, entonces yo tiendo a apretarle el estomaguito, digo yo le voy a ayudar, pero no sigan eso porque no sé, ¿verdad? Esto lo hacía mi abuela que era partera, entonces lo hacía con nosotros también, nos sobaba decían en aquellos tiempos. Entonces yo con un poco de delicadeza pues tiendo a sobar el estomaguito de Fernanda queriendo ayudarla, pero no estoy segura si esa es ayuda o no. [00:29:52] Speaker A: Ese es otro tema importante que usted acaba de tocar que también ha sido un punto un punto bien controversial con mi mamá, no sé si pasará con todas las abuelas, pero pasa con mi madre. Llevar a Fernanda al baño o hacer que ella actualmente pueda hacer sus necesidades en el inodoro ha sido un proceso que tenemos creo ya, sin mentirles, Fernanda va a cumplir 8 años en febrero, creo que tenemos 4 años, la mitad de la vida de Fernanda, si no es que más, porque desde los 3 años empezamos. 5 años, creo. 5 años tenemos de estar en este proceso. Sí, porque empezamos desde los 3 años. Y hoy por hoy, yo me siento súper feliz con Fernanda. Porque antes era un pañal tras otro, tras otro, tras otro. Hoy en día, la caja de pañales, porque así compro pañales, sería mentiroso si les dijera que no, porque en la noche todavía no lo tenemos. descifrado todavía. Porque es un proceso. Primero hay que lograrlo durante el día para luego después empezarlo a aplicar en la noche. Al menos así me enseñaron también en los centros que he ido y donde he llevado a Fernanda. Entonces, antes de que, hoy en día Fernanda, usted la lleva al baño y se está cinco minutos con ella cuando mucho y hace pipí y ya está. Y lo mismo Popó. La llevamos al baño, hace Popó, cinco minutos y ya está, y adiós. O ya detectamos porque ya ella tiene un patrón específico. Entonces, cuando empieza a dar señales de ese patrón, sobre todo cuando va a hacer popó, la llevamos a hacer y se acabó. Pero todo eso fue un proceso, un proceso que mi mamá creo que fue la que más sufrió porque pasábamos horas en el baño con Fernanda. Iniciamos llevándola, por decirles algo, a las ocho de la mañana, Y si ella se tardaba dos horas en orinar, dos horas nos estábamos en el inodoro. Y esto no es broma, para los que me escuchan y a los que pues yo les he de alguna manera tratado de asesorar en esta parte, que ojo no funciona igual en todos los niños también. Es real, es real. Hemos estado dos horas con Fernanda en el inodoro y ahora estamos cinco minutos. Antes, les estoy hablando de antes, hace como un mes, ¿verdad? No, hace como unos tres meses, se llevaba Fernanda cada hora y cada hora puntualito ella orinaba. Si se nos pasaba un minuto, se hacía pipí. Entonces, eso hace tres meses. Hoy, ya está haciendo cada dos horas, dos horas y media. [00:32:37] Speaker B: Una vez en la mañana. [00:32:39] Speaker A: Una vez en la mañana. Ya tenemos como dos semanas que hace una vez en la mañana nada más. Pero todo eso ha sido un proceso, como les digo, que iniciamos estando en el inodoro, en el baño, dos a tres horas esperando a que hiciera pipí, con ella haciendo derrinches, peleando también con la abuela porque la abuela como ella está llorando porque de tanto tiempo que la tienen ahí sentada. Bueno, diga usted qué era lo que sentía cuando veía que teníamos tanto tiempo Fernanda sentada ahí. [00:33:06] Speaker B: Sí, para mí era un suplicio. Eso era. Era un suplicio. Yo, bueno, yo vengo donde Karol una o dos veces al mes. [00:33:17] Speaker A: Mi mamá vive en Tegucigalpa, para los que no saben, y yo vivo en San Pedro Sula. Continúemos. [00:33:23] Speaker B: Entonces yo me venía una o dos veces al mes. La idea mía era Yo decía, ayudarle a la muchacha. No, yo no le venía a ayudar a la muchacha. Yo venía a salvar a mi Fernanda. Porque sí, para mí era un suplicio que ella estaba dos horas en el baño y decía, yo le duelen las piernas a la niña. Le van a doler. Lo comparaba con lo que uno va pues al baño y uno es rápido, relativamente, ¿verdad?, para hacer eso. Entonces decía yo, me le cansan las piernas, la confunden. Bueno, ¿qué era el argumento que yo no ponía para que la dejaran de molestar según mis... mi idea, ¿verdad? Sí, según mi idea, era molestándola, pero... [00:34:16] Speaker A: ¿Y hoy por hoy? [00:34:17] Speaker B: Entiendo que es educación, es educación. Y hay muchas cosas, pues en el caso de Fernanda, que para mí es difícil, muy, muy difícil aceptar. Y más que aceptar, pues... vivirlas verdad con las dos o con las tres porque o cuatro porque Carolina pues ha encontrado dos ángeles que la apoyan realmente porque son ángeles verdad en la casa es Melisa y es Wensi que es la muchacha que tenemos en la casa y ellas la apoyan, porque hay veces que yo mejor preferiría huir, porque sí es bien, según mi cabeza, según mi entender, es bien controversial esto de que yo tuve tres hijos, a los cuales pues yo les pegué, los regañé, les llamé la atención con tanto verdad, normalidad. Y ahora pues con mi nieta y es mi nieta y es mi tesoro y es la niña de mis ojos como le digo yo. Yo le platico bastante a Fernanda, le hablo bastante. Quiero que aprenda Pero no así como le enseña a Carol. [00:35:52] Speaker A: Carol... Es difícil. [00:35:55] Speaker B: Y le entiendo porque ella dice, mamá, usted no va a estar y yo tampoco. Y eso es muy cierto. Yo tengo bien claro eso. [00:36:04] Speaker A: A lo que se refiere mi mamá es que es cierto, eso es un chip que también tenemos que instalarnos o taladrarnos en la cabeza, es que ahorita para empezar es fácil hacerlo por ellos, es fácil cambiar un pañal, es fácil sostenerles el vaso y darles agua, es fácil darles de comer ahorita. ¿Pero qué va a pasar cuando ya nosotros no podamos hacerlo? Por varias razones. Porque de pronto un día caigamos enfermos, porque de pronto un día no estemos, porque de pronto no vayamos de viaje, porque de pronto no voy a estar en la casa y entonces ¿qué va a pasar? No va a poder comer el niño porque no va a estar en la casa. Porque yo no voy a estar o porque no va a estar la persona que le da de comer. Entonces, poco a poco, el niño tiene que ir independizándose. Y yo estoy segura que todo el mundo sabe esto, pero no todos lo sabemos con el niño con autismo. Porque también pasa muy frecuentemente que pensamos, pues qué pobrecito, no entiende. No sí entienden, pero entienden de diferente forma. Y cuesta de pronto con algunos, cuesta un poco más también que lo comprendan. Otros al contrario, por ejemplo los niños con Asperger, que están siempre dentro del espectro autista, pero que sabemos que son esos niños que son súper inteligentes, lo comprenden al 100%. Que bueno, que me alegra incluso por este tipo de niños con autismo, pero está la otra cara de la moneda. Quienes no lo pueden hacer como Fernanda, pues, que ella tiene problemas en sus manos y creemos que tiene síndrome de Rett, no estamos 100% seguros. pero porque no vamos a gastar en hacerle la prueba, mejor gastamos en hacerle terapias y entonces ella está perdiendo su movilidad, el control sobre sus manos. Pero eso no quiere decir que ella no pueda tener control sobre sus manos, por supuesto que lo puede tener, pero en la medida que nosotros le demos a ella la oportunidad de hacer las cosas por sí sola, en esa misma medida sus manos y su cerebro va a ir entonces respondiendo, ¿verdad? Entonces, es complicado, es controversial, como dice mi mamá. ¿Por qué? Porque está el cariño, está el amor detrás de una persona que también tiene que ser fuerte, que tiene que ser disciplinada. Creo que es la palabra más clave en esto, que hay que ser disciplinado. No crean que yo soy al 100%, ¿no? Ayer, por ejemplo, tuve un accidente, nada grave, por cierto, pero sí tuve un accidente y no había, no tenía refrigerador, no habían alimentos en mi casa y fui a comprar comida. Y pues no sabía qué comprarle a Fernanda y le compré una hamburguesa. Rarísimo que se le dé hamburguesa, pero se los digo porque, porque no creen que es que somos perfectos, porque no lo somos. Claro que Fernanda también, hoy por hoy, esta cuestión de la dieta tampoco es eterna, ok. Hoy por hoy me he fijado que no tiene tanta respuesta o tantas repercusiones cuando come estos alimentos que antes le hacían muchísimo daño. Ayer, por ejemplo, si bien es cierto, le compré una hamburguesa, solo se comió, solo le dábamos una parte del pan, no se la dábamos toda. De hecho, le quitamos la tapadera, la parte de arriba de la hamburguesa, y le quitamos la mitad de abajo, solo le dábamos una parte. De ahí solo le dábamos la carne con todos los toppings. Y se le dio una parte del pan. Pero ella ya no tiene conductas disruptivas por haber comido gluten como lo tenía antes. Pero recuerden que la conducta viene por algo que ella está sintiendo. Entonces, esto quiere decir que el pan ya no le hace tanto daño a su intestino. Entonces, por ende, ella ya no responde tanto. Esa es una teoría, porque recuerden que en esto son teorías. O de pronto ella no tiene tantas conductas disruptivas cuando come un poquito de pan, porque ya ella está familiarizada con esta sensación. Ya no es tanto como le pasaba antes, que no sabía qué pasaba con ella y entonces ella reaccionaba pegándose, pegándonos. llorando desquiciadamente. Quienes son familia de personas con autismo saben a qué me refiero cuando digo conductas disruptivas. Esos berrinches, como les ponemos popularmente, pero que los niños con autismo a veces no lo son. No quiero decir tampoco que a veces no van a tener berrinches como cualquier otro niño, porque Fernanda también los tiene. A veces tiene berrinches simple y sencillamente porque es una niña y porque a veces quiere algo y no es tiempo de dárselo. o porque quiere seguir viendo televisión o porque quiere seguir viendo celular. En ese tipo de casos, no les está pasando nada. No tienen dolor, nada. En ese caso, sí es puramente derrinche por dejar de ver el celular o por dejar de ver el televisor. Ahí no es que algo le va a doler, porque nada le va a doler. Los ojos no le van a doler por dejar de ver tele. O sea, me refiero a que no hay nada que ellos tengan que procesar que les cause una conducta disruptiva, ¿ok? Entonces, esto nos ha pasado hasta el momento con Fernanda, ha sido un proceso, pero hoy por hoy, mami, ha valido la pena. [00:41:39] Speaker B: Sí, yo quisiera, no sé si esto que le voy a decir va a ser aporte positivo a todas las abuelas, pero yo creo que lo mejor es seguir lo que los niños, las indicaciones que los niños con este Con esta condición, pues tienen. Y mejor apegarse a ella. Digo apegarse, o sea, hacerlo uno también, pues hacer lo suyo. Si los niños comen una avena especial, probarla, porque no tiene nada de malo. O la leche, también probarla. O quitarnos esas grasas en ciertos alimentos, pues yo creo que también es saludable para uno. Eso es lo que yo he tratado de hacer con Fernanda. Si ella hace eso, entonces yo también. Yo quiero comerme esa avena, yo quiero probar eso que ella prueba, para ver qué es lo que ella está saboreando. Ese yogur. [00:42:53] Speaker A: Ese tipo de pasta. [00:42:54] Speaker B: Sabes que yo estoy comiendo ahora bastante lo que ella come. Y no es nada, nada que no tenga un rico sabor. La verdad que todo es muy sabroso y muy saludable, principalmente. Entonces, yo creo que más que sacarla, nosotros tenemos que Meternos, incluirnos en cómo ellos se alimentan. Hay pastas, claro, todo requiere un poquito más de, tal vez, tiempo, de cuidado. Pero no es nada que no se pueda hacer. Dejar un poquito las carnes con mucha grasa, comer esas carnes de pavo, ¿verdad? Y son buenas, son deliciosas, es la verdad. [00:43:39] Speaker A: El pan... Yo la vida que yo tenía que traer a mi mamá, ¿se dan cuenta? Porque ese es otro punto importante. A veces... Miren, como les dije al principio, lo más fácil es que yo les dé la dieta y que les diga no le den leche de almendra, arroz sin gluten y todos los alimentos. Pero lo difícil es hacerlo y mi mamá acaba de decir un punto importante. Metámonos nosotros a hacer la dieta de ellos, a veces creemos, dramatizamos la dieta que se les da a ellos, pensamos que es que eso ha de saber feo, porque como no lleva lo que usualmente o estamos acostumbrados a comer, como no se está comiendo el plátano con mantequilla, entonces el plátano debe saber feo, así solo el plátano. En el plátano, sin nomás, es delicioso. Realmente el plátano sin mantequilla sabe súper bien. Como dice mi mamá, la avena sin gluten sabe súper bien. Y hemos encontrado recetas que hasta saben muchísimo más ricas que la avena convencional. O incluso no se le siente diferencia. Sólo que es sin gluten. Hoy por hoy comemos panqueques de avena. Por ejemplo, nunca en la vida los habíamos probado. Es más, al principio a mí no me salían porque como es una harina diferente, entonces cuando les quería dar vuelta se me deshacían todos. Fue un proceso para que yo aprendiera a darle vuelta al panqueque de avena. Mi mamá todavía me dice que ella todavía no les puede dar vuelta. Estamos en ese proceso. Pero le encantan. Hoy hice panqueques de avena y a mi mamá los panqueques de avena le encantan. Alejandro, mi hijo mayor, come panqueques. Todos nos metimos en la dieta de Fernanda, como dice mi mamá. Entonces, ¿y por qué? Porque si nosotros tenemos las galletas ahí guardadas, en algún momento las vamos a comer y las vamos a comer enfrente de ella. Y ella nos va a pedir. Y en mi casa, solamente mi hijo Alejandro es capaz de no darle a Fernanda cuando le pide. Es el único. Entonces, como vimos que nosotros no teníamos esa capacidad, entonces aquí no se compran lácteos, aquí no se compra mantequilla, queso, quesillo, porque fallamos y le damos. Entonces no compramos. No compramos. Mi mamá mencionó las carnes. Sí, antes comíamos carne molida de res, ahora ya no comemos carne molida de res, solo comemos carne molida de pavo, que cuesta casi que lo mismo, igualito dice mi mamá, que la carne de res. Vale lo mismo. Sabe un tantito diferente, pero es un gusto adquirido. Tengo un amigo, un muy buen amigo mío, que él me decía, Puchica, es que yo quiero dejar de tomar... [00:46:12] Speaker B: No. [00:46:14] Speaker A: A él le gusta el café con leche. Pero yo le decía, bueno, entonces, toma café con leche de almendras. Ay, no, no, no, no. No, no quiero. No quiero con tomar. El otro día la probó y dijo, oígame, ¡qué rica es la leche de almendra! Entonces, ahora toma café con leche de almendra. Y es muchísimo mejor que tomar leche convencional, normal, común y silvestre. Entonces, es un gusto adquirido, pero que se puede hacer totalmente, es lograble. Y me gustó eso que dijo mi mamá, que en vez de tratar de sacarlos a ellos de nuestra dieta, de lo que nosotros habitualmente comemos, mejor meternos nosotros en la dieta de ellos. Porque dicho sea de paso, es muchísimo más saludable la dieta de los niños con autismo que la nuestra. O sea, realmente yo hoy les digo, somos lo que comemos. Estoy convencida de eso. Y lo he aprendido a través de Fernanda. Por eso insisto en que yo soy una mejor persona hoy por Fernanda. Bueno, por los dos, por Alejandra y por Fer. Pero definitivamente Fernanda, hablando de educación, me ha educado como yo jamás lo pensé. Pensé, yo pensé que sabía muchas cosas por ser médico, pero no, me hacía muchísimo, me hacía mucha, había mucha información que yo aún no conocía y todavía no conozco. Y hablando de información, tengo aquí conmigo un libro que se llama GAPS, el síndrome psicointestinal, que fue escrito por la doctora Natasha Campbell, Brett McBride, y lo traje porque quiero que ustedes sepan. Quiero que ustedes sepan que no lo digo todo lo que, toda la información que les acabamos de dar ahorita no es simple y sencillamente porque nos lo dijeron y lo hicimos, porque la gente dice, porque a fulanito de tal le pasó y fíjate que hizo eso y le fue bien. [00:48:14] Speaker B: No. [00:48:16] Speaker A: Yo sí quise investigar, yo sí quise saber pero por qué, por qué esto le hace daño, por qué esto puede controlar su estado de ánimo o sus emociones. Y la doctora, y da la mera casualidad que entonces en Estados Unidos me recomienda este libro, la doctora Felco, la doctora Fernanda, una psiquiatra en Estados Unidos, me dice, cómpralo, lo lee y me contás. Y resulta que simplemente abriéndolo y viendo la carátula, me doy cuenta que la doctora Natasha Campbell estudió medicina en Rusia, es neurocirujana, pero tuvo un hijo con autismo. Entonces ella también se puso a investigar Y entonces también ella descubrió la ciencia detrás de la dieta que beneficiaba a los niños con autismo. Entonces, si alguien está interesado, yo con gusto les presto este libro para que le saquen copia, porque aún hay muchas cosas en las que vuelvo para recordar, pero creo que uno de los... de lo que más aprendí de este libro fue acerca de la serotonina. Creo que eso fue lo que más aprendí. Cómo este síndrome psicointestinal habla acerca de los dos cerebros que tenemos en el cuerpo, que tenemos un... Ella lo pone así, y me gusta la manera en que ella lo explica, que tenemos nuestro cerebro, pero también tenemos un cerebro intestinal, ¿ok? Y esto es así porque nosotros pensamos que las emociones y la conducta están 100% reguladas por el cerebro, pero también están reguladas por nuestro intestino. Es nuestro segundo cerebro. Porque el intestino, sorpresivamente para mí, que soy doctora, secreta o produce el 80% de la serotonina, que es la hormona que controla nuestras emociones o nuestro estado de ánimo. Entonces, ¿qué pasa? Cuando usted se siente un poco mal del estómago, como decimos popularmente, o anda con cólicos, o anda con diarrea, Como dije anteriormente, de pronto usted anda más como que si le hablan de algo usted no quiere platicar mucho. Eso es un estado de ánimo que usted no anda bien, ¿cierto? O de pronto le tocó ir a trabajar y usted anda así. Ese día, si usted trabaja en atención al cliente, no atendió a las personas de la mejor manera. ¿Por qué? Porque está regulado por su serotonina, que en ese momento no está en sus mejores niveles, por así decirlo, ¿ok? Entonces ahí me di cuenta cómo la serotonina controla mis emociones y cómo la serotonina al mismo tiempo está controlada por lo que como. Entonces ahí yo comprendí parte del por qué los alimentos tienen una repercusión en la conducta y en las emociones de las personas. Hay muchos padres de familia en el centro que me dicen, este niño solo pasa enojado, doctora. O hay niños también, padres que me dicen, mi hijo solo pasa riéndose y a veces vamos a la iglesia, vamos a lugares públicos y solo está riéndose, riéndose, riéndose, riéndose. Porque nos preocupan más cuando lloran que cuando ríen. Pero, en la unidad con autismo, a veces, a nosotras nos ha pasado, mami, En la noche Fernanda ríe, ríe, ríe, ríe, ríe, ríe, ríe y Fernanda a dormir, Fernanda ya es hora de dormir, ya está, ya está. Pero yo sé, yo sé, lo que pasa es que no me preocupo tanto porque se está riendo, pero yo sé que de pronto algo de la comida, ya sé que comió muy tarde, Fernanda cena a las cinco y media, pero a veces si cena muy tarde, yo ya sé que Fernanda se va a empezar a reír. Yo lo tengo comprobado. O si cena algo que tenía azúcar cerca de la noche, y ojo, no le damos azúcar, pero por ejemplo, las frutas tienen fructosa, que es un tipo de azúcar, ¿ok? Entonces, o azúcar natural, digámoslo así popularmente, pero es un tipo de azúcar, fructosa. Entonces, a nosotras, Fernanda, no le damos frutas en la noche. Pero a veces pasa. O después del mediodía no se le da frutas. A ella se le da frutas del mediodía para arriba. Pero a veces pasa que le damos frutas en la tarde. En la noche Fernanda se está riendo. Riendo, riendo, riendo, riendo. Y no para de reír. Entonces, dense cuenta cómo nuestro segundo cerebro, que es el intestino, domina nuestras emociones. Si usted comió rico, usted anda feliz. ¿Cierto? Si usted come una buena comida, usted anda feliz. Pero si a usted el almuerzo que pidió en aquel restaurante no era lo que usted quería, o no le gustó, o no estaba bien cocinado, o lo que sea, usted no anda bien. Usted dice, pucha, es que esa comida me cayó mal. Y a veces es algo hasta psicológico, la comida no cayó mal. Pero anda de mal humor y es por esa razón. Entonces, si hay una ciencia detrás de la dieta, como dice mi mamá, metámonos en la dieta de nuestros hijos. Por supuesto que mi intención es traerles también una nutricionista para que hablemos al respecto de la dieta. Yo sé que muchos quieren saber qué más pueden comer. que no tienen que comer, y ojo, también no quiero que se me olvide esto, que no todos los niños con autismo tienen la misma dieta, no a todos la necesitan. Como les dije anteriormente, es importante hacer un análisis de la conducta intestinal de nuestros hijos, cada cuánto de fecan, por ejemplo, ¿Cómo es la consistencia de las heces? Es importante también. Si son formadas, si son diarréicas, si son pelotitas. Si esto está pasando, algo está pasando con el intestino de su hijo. ¿Ok? La forma de las heces nos hablan, nos dicen cómo está trabajando el intestino. Y a veces eso es algo que no tomamos en cuenta. La frecuencia, como les había mencionado, también es importante. Ustedes puede que digan, no, pero mi hijo va cada dos días y no, él no tiene problemas. Tal vez ahorita no los tiene, pero en el futuro los puede tener. Entonces yo me acuerdo que cuando Fernanda estaba recién nacida, no sé si usted lo recuerda, Fernanda hacía un montón de veces. Un montón de veces. O sea, era una cosa exagerada. Y apestaba mucho. Esta es otra información también que nos da el intestino. Apestaba demasiado para una bebé. Demasiado. Para una recién nacida. Pero pues no lo tomamos en cuenta, no le prestamos atención realmente. Yo realmente diría que estos también son signos tempranos de un niño con autismo, perdón, de una persona con autismo. este comportamiento intestinal en el centro, yo creo que del 100% de los niños que recibimos en Centro Creer, de los que yo he entrevistado, sin mentirles, el 98% en algún momento de su vida ha estado hospitalizado por un problema intestinal, o tienen problemas intestinales, estreñimiento, o este niño va como cinco veces al día, Todos lo han tenido, todos, 98%. Porque pienso nada más en dos niños de 80 que tenemos en creer que no tienen ese problema. Entonces, es importante investigar si el niño tiene problemas intestinales. En Estados Unidos es parte del protocolo hacerles una endoscopía. Yo sé que en Honduras eso no es parte del protocolo. A Fernanda sí se lo hicieron y sí tienen una enfermedad inflamatoria intestinal. Entonces, fuera bueno también, ¿verdad?, que de pronto se implementara aquí en el protocolo, en nuestro país, en pediatría. ¿Qué más, mami? [00:55:46] Speaker B: Bueno, no quiero que tampoco se mire que no alimentamos a nuestra Fer, porque si no la alimentamos, nos come. Fernanda tiene un muy buen apetito y come de todo. O sea, vamos a ver, La dieta como la conozco yo. Cierto, mamá. Fernanda come sopa de res, la normal que comemos todos en cualquier parte del mundo, pero Carolina no utiliza los condimentos. Estoy hablando de las especies, ¿verdad? Se utiliza mucho la cebolla, de cualquiera, blanca, roja, amarilla, la que ustedes gusten. El tomate se utiliza bastante en todas las comidas. [00:56:35] Speaker A: Las hierbas. [00:56:37] Speaker B: Lo que es el culantro, lo que es el apio, lo que es el perejil. Y queda una sopa muy sabrosa, no hay necesidad de echarle que el cubito, que el cubito, que las especias. Yo ya no uso cubitos en mi comida, tampoco. [00:56:54] Speaker A: Yo ya ni me acordaba de los cubitos. ¿Cómo es que se llaman los consomés? [00:56:58] Speaker B: Los consomés. [00:56:59] Speaker A: No utilizamos consomés, solo con el caldo. [00:57:01] Speaker B: Del res que se coció. En la sopa de res no se usa. Si en algún caso, en algún momento, yo entré a la cocina de mi hija e hice una sopa de de pescado, de marinera, de caracol, pues ahí a veces nos damos esas libertades, pero no hacemos esa sopa todas las semanas. Podríamos decir que tal vez una vez al mes, ¿verdad? Sin embargo, María Fernanda, y la toma Fernanda, no hacemos arroz, no le ponemos papa. [00:57:38] Speaker A: Usamos coliflor. [00:57:39] Speaker B: Solo le ponemos, usa un coliflor y eso es lo que hace ella, un arroz de coliflor. Y es muy sabroso, muy rico. Usamos también el pollo, de diferentes maneras, ensaladas de pollo, pollo en taquitos, con el aceite muy medido, ¿verdad? Muy sabroso. ¿Y aceite de oliva o de aguacate? Hacemos pescado, pescado frito. Creo que es la única vez que le permiten a Fernanda comer frito. [00:58:16] Speaker A: No, no hacemos fritura de aire, mami. [00:58:18] Speaker B: Ah, el entero. [00:58:20] Speaker A: Sí, sí, sí. [00:58:21] Speaker B: El filete, sí. [00:58:22] Speaker A: Al estilo Lago de Ojoa, como dicen. Sí, es cierto. Ese sí lo permitimos porque es que no hay otra manera. Ya probamos hacer pescado entero en la enfriadora de aire, pero no, no queda igual. Y a ella le encanta, a Fernanda le encanta. Pero el empanizado, porque lleva como un empanizadito ese pescado, el pescado entero, lo hacemos con el mismo pan de Fernanda. Lo ponemos a tostar y lo deshacemos, lo licuamos. Entonces con eso empanizamos, no empanizamos con harina. [00:58:50] Speaker B: Toma sopita de pollo, toma sopa de frijoles, come plátano frito, Come tortilla. La tortilla, preferiblemente que sea de maíz, ¿verdad? Buscamos los lugares donde... Y si no, pues, Carol cocina el maíz y lo va... Hay un molino por acá, en San Pedro. [00:59:16] Speaker A: Compro el maíz en el mercado, lo cocemos en la casa y después lo llevo a moler. Sí, a veces hacemos eso, pero también, como dice mi mamá, a veces compramos las tortillas en lugares donde sabemos que ellos también usan este proceso, y no con maseca, a eso es a lo que ella se refiere, porque aunque la maseca recientemente dice que es sin gluten, tengo mis dudas, tengo mis dudas, porque como les dije, se procesa en las mismas plantas donde procesan gluten. Y realmente... Y la verdad es que ya se me hace hasta fácil, pues. Solo hay que cocer el maíz y varlo a moler. Yo no lo muelo, sino que lo muele ahí doble. [00:59:53] Speaker B: El molino. [00:59:54] Speaker A: Sí. En el molino y eso es rapidísimo. Y ¿saben qué? La verdad sabe muchísimo más rico la tortilla de esa manera. Es deliciosa. Entonces yo creo que también ya lo hago porque es algo que me gusta más que la tortilla de maseca. ¡Uf! Millón de veces más. [01:00:11] Speaker B: En el Guamilito hay un molino, ahí hemos ido. Bueno, cuando ella tal vez anda de viaje, pues yo ahí llevo el maíz a moler y cero problemas, rapidito. O sea, Fernanda come de todo, pescado, carne molida, pollo, sopas. Comé de todo. No tomé refrescos. Y en eso sí yo no he pecado nunca. Bueno, la verdad es que hasta la mamá, desde muy pequeña, a ella nunca le gustaron las casiosas. Y nosotros nunca la obligamos tampoco. Sabíamos que era algo saludable. Entonces, Fernanda nunca ha probado las casiosas. [01:00:54] Speaker A: Ni se compran refrescos en mi casa. [01:00:56] Speaker B: Y aún los refrescos naturales, pues es poco. A mí, por ejemplo, me gusta mucho el jugo de naranja agria, me fascina. Pero obvio, pues lleva bastante azúcar, entonces no, trato de no darle ni a ella ni a mi nieto, ¿verdad? Que también lo cuidamos, ¿verdad? Con su alimentación. Fernanda come de todo, come de todo, come tortitas con quesillo, come cenitas, o sea, estamos hablando de frijolito frito, estamos hablando del platanito, del huevo, come de todo, lo único que no, come atún, lo único es que tratamos de no ponerle lácteos, come queso pero mozzarella en la tortita con quesillo. pues le hacemos queso mozzarella, en la lasaña pues también creo que es... Y. [01:01:54] Speaker A: Es una pasta sin gluten, está hecha a base de quinoa y de arroz, y es accesible. Claro, yo sé, yo sé que hay muchas personas que me están escuchando y que de pronto dicen, el problema es que mi hijo no come nada más, porque gracias a Dios nosotros no hemos tenido ese problema con Fernanda. Bueno, al principio sí ella era un poco más selectiva. Por eso es que yo les insisto que entre más temprano se inicia con esto, mejor. ¿Por qué? Porque Fernanda no probó. Fernanda no probó un confite. Nunca en su vida lo ha probado. Nunca, nunca. Porque como empezamos desde tan pequeña, año y medio, dos años, este proceso, entonces lo que ella no ha probado no le hace falta. No sabe que existe. Entonces, Fernanda nunca ha probado, por ejemplo, la mermelada, nunca ha probado ningún dulce, ningún tipo de dulce. Fernanda nunca, hasta ese momento, gracias a Dios, había probado un churro. ¡Nunca! Entonces, ella come ¿qué? Tajaditas de plátano, tajaditas de... ¿cómo se llama? Malanga, camotes, pero todo esto en churritos. Hay una marca hondureña, creo que es, Roots, que vende este tipo de churros, pero no come churros por decirles algo, churros o doritos o eso, ese tipo de churros no los come. Y a veces está más en nuestra cabeza, está más en nuestra cabeza, que pobrecito que no ha probado esto, pero lo que no ha probado no le hace falta. No le hace falta y por el contrario sí le puede perjudicar. Pero les decía que yo sé que hay muchos padres que de pronto me pueden decir, pero mi hijo no come nada. Esta es mi única opción, porque de lo contrario no come otras cosas. Entonces, entre más temprano inician el proceso de introducirles alimentos nuevos, más menos dramática va a ser este cambio y este proceso. Y introducir alimentos a los niños con autismo no se trata de obligarlos, no. Lo que sí es que hay que ser muy insistente. Ay, doctora, pero es que yo ya traté 100 veces. Pues trate 200, como aprendí de Ligia en creer. Entonces, ¿y cómo puedo hacer entonces para que mi hijo pruebe alimentos nuevos? Bueno, Traten de que haga una buena relación con ese alimento antes de probarlo. Creen experiencias agradables. Perdón, antes de que el niño pruebe el alimento. ¿Cómo puedo propiciar experiencias agradables? ¿De qué manera el niño es feliz? Jugando. El niño es feliz jugando. Aquí y en la China. Entonces permítanle que el niño juegue con la comida. Sí, que juegue con la comida. Este es otro problema que también a veces lo tienen las abuelas. ¿Cómo va a jugar con la comida? o con no solamente las abuelas, sino con los cuidadores de los niños con autismo. ¿Cómo va a jugar con la comida? Pero si usted quiere, y esto es algo comprobado también, no lo digo yo, yo aquí no vine a descubrir el agua caliente, esto es algo que es comprobado y que son Estrategias que utilizan en otros países donde he llevado yo a Fernanda y que he visto que lo aplican con niños que tienen selectividad alimenticia, que gracias a Dios, Fernanda, hoy por hoy no la tiene. Entonces, ¿qué hacen? Dejan que el niño juegue con la zanahoria, por ejemplo, la cortan en pedacitos así cruda y que el niño arme lo que quiera, armar con esos pedacitos como que si fuera un Lego, por ejemplo. Dejan que el niño utilice el culantro y le ponen pegamento y que lo pegue a una hoja, a una página. Dejan que el niño pinche con piña, con melón, con sandía, que la triture y que la siente en sus manos. Ya les dije al principio que el problema de los niños con autismo es que tienen un problema en el procesamiento sensorial. Por lo tanto, dejemos que entre por otros sentidos el alimento, no solo por la boca. Porque esa es la sensación que más les genera estimulación cerebral. Por lo tanto, puede ser un shock para su cerebro. El gusto. Sin embargo, que el niño venga y, por ejemplo, apriete un pedazo de sandía y lo deshaga. Déjenlo que lo deshaga, que sienta cómo se siente. De esa manera, él ya está viendo que no pasa nada. y de paso puede que le agrade, y si le agradó esa experiencia de deshacer la sandía en sus manos, si esa experiencia le agradó, probablemente él, el niño, de manera espontánea vaya a decir, me voy a llevar la sandía a la boca. A ver qué pasa, si me gustó en las manos, tal vez me gusta en la boca. ¿Verdad? Así es como los niños conocen el mundo, a través de las manos. Entonces déjenlos que jueguen con el alimento. También he visto que, o he aprendido, que Los alimentos que se utilizan, claro que no se puede con todos, pero algunos de esos alimentos, como la zanahoria, como el zucchini, como la misma cebolla, se puede guardar en bolsitas de ziploc, la guardan en el refri y la reutilizan para que el día siguiente vuelva a jugar. Tampoco piensen que con que juegue una vez, ya, al día siguiente ya va a comer la zanahoria o la sandía, no. Esto es algo que hay que hacerlo periódicamente, como les dije, para crear una sensación agradable. El sushi, hablemos del sushi, que no es un alimento que le gusta a todo mundo. Y usted estaba escéptico. Yo me acuerdo que mi papá era de esas personas. No, es que el sushi, eso crudo. Pregúntenle ahora a mi papá. Papi, vamos a comer afuera, lo voy a invitar para su cumpleaños. Bueno, invítame a comer sushi. Ahora solo es sushi. Y así conozco otras personas también que les encanta comer sushi. Y es, es un gusto adquirido realmente. Entonces, lo mismo pasa con los niños, solo que como ellos aprenden de manera diferente, entonces hay que presentarles el alimento de manera diferente. Porque también ese es otro chip que tienen que meterse en la cabeza. Pero yo he visto que otros niños con que hagan eso, otros niños neurotípicos. Acuérdese que usted tiene un niño con una condición diferente, un niño diferente, entonces va a aprender de diferente forma también, ¿ok? Entonces, claro que el tema es bien amplio, sé que hace falta más información, sé que hace falta, sé que tienen muchas preguntas, También podemos hablar de suplementos, ¿ok? También es algo demostrado. De hecho, de los primeros estudios que se han realizado en los niños con autismo, fue el beneficio de lo que es la vitamina D en ellos y cómo ayuda también en problemas de atención y de conducta. Así que también hace falta hablar de los suplementos y de cómo los beneficia. Pero ojo con los suplementos. No vamos a hablar de eso ahorita porque ya se me extendió el tiempo, pero sí, se los debo. Abuelas, yo sé que lo hacen todo con amor. Eso no está en tela de juicio acá, en ningún momento. Pero pensemos a futuro, ¿ok? Hoy mi mamá le vino a dar su testimonio, prácticamente, de cómo ella vio el cambio en Fernanda. Ha visto el cambio en Fernanda. Y pues vale la pena. Ha valido la pena, ¿verdad, mami? [01:09:11] Speaker B: Sí, pasa que el amor de la abuela es enorme, ¿verdad? Envuelve el amor de la madre de esta nieta. Y pues obviamente la de la nieta, hay un dicho por ahí que no es así. Pero dicen que los hijos de nuestras hijas, nuestros hijos serán. Lo otro no lo digo, correcto. Lo otro no cuenta. Entonces, en la condición que me ha tocado con Fernanda, Sí, ha sido complicado, ha sido de aprender, de mucho, de mucho, mucho, mucho aprender. Pero yo lo que le podría decir a las abuelas es que el amor no nos debe de cegar porque la ignorancia que tenemos en estos temas de de la ciencia, de la salud, de lo que compete a una situación particular en la salud de nuestros hijos y nuestros nietos, es un tema aparte. [01:10:22] Speaker A: Y. [01:10:24] Speaker B: Hay que hacerle caso a los médicos, ¿verdad? A los que saben Nosotros a veces damos opiniones sobre, ¿hay que poner esto aquí? No, hay que ponerlo por allá. Hay que quitar este switch aquí y hay que ponerlo. Esto no es un switch, esto no es una... Esto es un tema más delicado. Hay que hacerlo con los conocedores. [01:10:46] Speaker A: Y. [01:10:48] Speaker B: Tener el amor ahí, pues sí, siempre debe existir. Pero hay veces que el amor hace daño, ¿verdad? Entonces, en este caso, de estas personitas, pues hay que saberlo manejar. Hay que saberlo manejar bien y seguirlos amando como son. Amarlos como son. Porque ellos entienden, ellos saben. Fernanda, no sé qué nivel y no entiendo eso del nivel. No, no lo entiendo, no lo quiero entender. Pero yo sé que Fernanda sabe que yo la amo. Fíjense que les voy a contar algo. El año pasado a mí me dio COVID. en diciembre justo el 31 de diciembre y bueno el 31 siempre lo hemos pasado acá en San Pedro verdad con con mi hija con mi hierro y con sus hijos y resulta que yo estaba arriba viendo televisión tengo problemas de rodillas entonces me ando cuidando de las gradas y yo estaba arriba ella está donde yo estoy generalmente Fernanda Y estaba viendo televisión como a las nueve de la noche en la parte de arriba. Y yo de un momentito para otro yo caí. Yo caí, yo no supe qué fue. [01:12:17] Speaker A: Pero fue que cayó con fiebre y todo lo demás, porque como les digo que tiene problemas de rodillas, no crean que se cayó. [01:12:22] Speaker B: Ah, sí, sí, sí, correcto. Se cayó con fiebre, con malestar general. Y con una fiebre, pero terrible, me botó, me botó inmediatamente. Entonces la niña permaneció ahí conmigo y de repente empezó a llorar. Yo la escuché. Al llanto de la niña, Carolina empieza, mami, mami, preguntando, veía que sí estaba pendiente yo de la niña. [01:12:47] Speaker A: Y yo no sabía. Mi mamá estaba bien. Mi mamá estaba perfecta. Y de pronto, como dice ella, cayó con fiebre. Entonces, como ellas están en la planta de arriba de mi casa, yo no sé que ella se está sintiendo mal, pero ella está con Fernanda. Y Fernanda empieza a llorar. Continúemos. [01:13:03] Speaker B: Como yo no contesto, entonces ella viene a ver a la niña, obviamente, ¿verdad? Pero la niña estaba llorando porque me miraba que yo, yo así lo interpreto, ¿verdad? Estaba mirando ella que yo no me movía, que yo no le decía nada, yo siempre, las abuelas somos así, yo siempre las estoy Le estoy hablando, la estoy consintiendo, la estoy chineando dentro de lo que puedo. [01:13:29] Speaker A: No, y usted estaba quejumbrosa. Estaba como delirando de la fiebre. [01:13:33] Speaker B: Ah, bueno, ahí ya no... [01:13:35] Speaker A: Yo no supe. Yo creo que por eso Fernanda se puso a llorar. Como quien dice, alguien venga a atender a mi abuela. [01:13:40] Speaker B: Sí, correcto. Entonces subió Carolina. Ya me llevaron al dormitorio, me dieron medicamento y me recosté. Como era fiebre lo que yo tenía, pues ya como a las once de la noche yo ya nuevamente estaba un poquito ya más activa, ya para la cena. Pero el punto es que ellos saben, ellos saben quién los ama, ellos saben quién los cuida. Y ellos entienden todo, lo entienden todo. Que no puedan retroalimentar aquello que les preguntamos, que queremos saber de ellos. Hay que tener un poquito de paciencia, ¿verdad? Pero sí requieren también de mucho tiempo, de mucho amor y de mucho esfuerzo. [01:14:29] Speaker A: Esa anécdota que usted cuenta es bien interesante porque, nuevamente hablando de las sensaciones, yo sinceramente pienso que Fernanda sintió su temperatura corporal, que usted estaba caliente, porque usted estaba como con 41 de fiebre. Y entonces ella no supo procesar porque Fernanda cuando duerme se le pega uno. Entonces, claro, ella quería estar cerca de la abuela porque se le pega a uno, no es que cerca, se le pega a uno. Quería estar cerca de usted, pero no podía porque también la sentía caliente. Entonces, ella empezó a llorar y usted no respondía porque usted se sentía mal. Y sí, cuando yo llegué a la habitación, a la sala, que es donde estaba mi mamá, ella dejó, ya Fernanda dejó de llorar. Como quien dice, ya, ya vinieron los que van a atender. Bueno, se nos fue el tiempo. Espero que haya sido de ayuda. Como les dije antes, sé que hace falta más información. Sé que tienen muchas preguntas. Voy a seguir tratando este tema de la alimentación porque creo que es uno de los temas más importantes. sé que hay muchos niños, la próxima vez solo vamos a hablar de estrategias para introducir alimentos, ok. Hoy solo quería que se sintieran familiarizados con esta situación de empezar una dieta y que yo sé que es conflictiva y yo sé que no es fácil, pero vale la pena, se puede hacer, ¿ok? Y hay que ser fuertes y perseverantes en esto, ¿ok? Así que esperamos que la información que les dimos hoy haya sido de mucha ayuda para ustedes. Mami, gracias por venir y por acompañarme. Ay, no lloren todo el episodio y ya me voy a poner a llorar ahorita. Entonces, este, gracias por escucharnos. Vamos a tratar de seguir haciendo conciencia, un podcast a la vez.